Las actividades de ocio en la persona mayor se resignifica en tiempo activo y potencialmente humano para retroalimentar diferentes dimensiones físicas y psicosociales de la cotidianidad a partir de actividades lúdicas, sociales, festivas, deportivas, recreativas entre otras, forjamos estados de pertenecía en el hogar, generando inclusión social e integración entre los residentes, y al mismo tiempo una estimulación fisica y sensorial, y lo mas importante mantener la autonimia de las personas mayores.
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